Retablo de San Vicente Ferrer
St. Vincent Ferrer Altarpiece
St. Vincent Ferrer Altarpiece
Este retablo lateral, probablemente fechado entre finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, corresponde al estilo barroco tardío con elementos de transición hacia un estilo clasicista, evidente en la composición ordenada y en la sobriedad de algunos de sus ornamentos.
Está compuesto por un solo cuerpo y un ático, con un nicho central, enmarcado por cuatro columnas salomónicas adosadas, profusamente decoradas con roleos vegetales, racimos y follajes dorados, recurso característico del barroco americano. Estas columnas no solo cumplen una función estructural y ornamental, sino que simbolizan la abundancia y la fecundidad espiritual.
El ático o remate superior presenta un medallón circular en rojo, rodeado de roleos dorados, en el que se inscribe el monograma IHS (acrónimo del nombre de Jesús en griego), acompañado de un corazón llameante, iconografía utilizada en símbolo de devoción cristocéntrica.
El banco o predela está ricamente decorado con relieves dorados de hojas de acanto que simbolizan la vida eterna, mascarones y roleos.
El nicho central, más sobrio en su tratamiento, enfatiza la imagen escultórica como punto focal. A diferencia de los nichos cóncavos o de hornacina, pensados para esculturas de bulto, este nicho rectangular enmarcado se relaciona con la posibilidad de albergar tanto esculturas como lienzos devocionales. El remarco interior, ricamente tallado y dorado, actúa como un marco sacralizante, recurso habitual en retablos que contenían pinturas.
Aunque la policromía actual es roja con dorados, estudios de pruebas de color han demostrado que en origen el retablo estuvo pintado en azul claro (cielo), tonalidad asociada tradicionalmente a advocaciones marianas.
Sobre la escultura de San Vicente no se tiene información, sin embargo, su aspecto y construcción sugiere que sería elaboración de la Escuela Quiteña del siglo XVIII.
This lateral altarpiece, probably dated between the late 18th and early 19th century, belongs to the late Baroque style, with transitional elements toward a Classicist style, evident in the orderly composition and the sobriety of some of its ornaments.
The altarpiece is composed of a single body and an attic, with a central niche framed by four attached Solomonic columns, richly decorated with vegetal scrolls, clusters, and gilded foliage—a characteristic feature of the American Baroque. These columns not only serve structural and ornamental purposes but also symbolize abundance and spiritual fruitfulness.
The attic or upper section features a circular red medallion surrounded by gilded scrolls, inscribed with the IHS monogram (acronym of the name of Jesus in Greek), accompanied by a flaming heart, an iconography used as a symbol of Christ-centered devotion.
The predella or lower base is richly decorated with gilded reliefs of acanthus leaves (symbol of eternal life), mascarons, and scrolls.
The central niche, more sober in its treatment, emphasizes the sculptural image as the focal point. Unlike concave or shell-like niches designed exclusively for full-round sculptures, this rectangular framed niche could accommodate either sculptures or devotional paintings. The richly carved and gilded inner frame functions as a sacralizing border, a common resource in altarpieces intended to house paintings.
Although its current polychromy is red with gilding, color tests have shown that originally the altarpiece was painted in light blue (sky blue), a tone traditionally associated with Marian devotions.
There is no information about the sculpture of Saint Vincent; however, its appearance and construction suggest that it may have been made by the Quito School in the 18th century.